martes, 30 de diciembre de 2014

Las posibilidades del petróleo barato



Estos días es noticia la brusca caída del precio del petróleo en los mercados internacionales. En realidad tipos de petróleo hay muchos, y el que sirve de referencia para las economías europeas (el tipo “Brendt") ha pasado de cotizar a 145 dólares/barril en el mes de junio a 58 dólares/barril de la actualidad, lo que supone una reducción del 48%.

Dejando a un lado las circunstancias geopolíticas que nos han conducido a este escenario, lo cierto es que un petróleo significativamente más barato puede acelerar la salida de la crisis. Según las estimaciones del FMI, la economía europea crecerá este año un 0´8% y el año próximo un 1´3%. En el caso de España el crecimiento estimado es de un 1´3% este año y un 1´7% el próximo. Estos cálculos fueron hechos suponiendo que el precio medio del petróleo sería de 102´7 $/barril durante 2014 y 99´4 durante 2015. Lo cierto es que el año en curso finaliza con un precio medio de 100´28$/barril lo cual hace pensar en una revisión al alza de las estimaciones de crecimiento de nuestro PIB.



¿A cuánto ascenderá el impacto del petróleo barato en nuestra economía? Estudios del Banco de España estiman que una reducción del precio del petróleo en un 50% causaría un incremento del PIB español de un 1´1%, sin embargo, no es probable que en el corto plazo asistamos a un escenario tan favorable.

En primer lugar porque el precio relevante a efectos de la economía europea es el que se mide en euros, no en dólares. Desde junio el euro se ha depreciado un 9% en relación al dólar, por lo que la reducción efectiva del precio del barril es tan solo del 39%: si el euro continúa perdiendo valor frente a la moneda norteamericana, el abaratamiento del petróleo tendría unos efectos más exiguos sobre la economía.

En segundo lugar, es necesario que esa reducción de precio se haga efectiva para consumidores y empresas, y en toda la gama de productos derivados del petróleo: de acuerdo con las estimaciones del IPC, desde junio los precios de los carburantes y combustibles sólo han experimentado una reducción del 4´5%. Si la reducción del precio del petróleo no se traslada con más intensidad y rapidez al bolsillo de los consumidores no podrá generarse el efecto renta que ha de impulsar el consumo privado y con ello el PIB. En este sentido, la estructura oligopolística del mercado español de hidrocarburos se revela, una vez más, como un lastre para la recuperación económica.

En tercer lugar, debe tenerse en cuenta que los gobiernos suelen aprovechar las bajadas de la cotización del petróleo para aumentar los impuestos sobre los hidrocarburos de forma silenciosa. De hecho actualmente el precio sin impuestos de la gasolina de 95 octanos es de 0´662 €/litro, y 0´689 €/litro el gasoil. Existe el riesgo de que el gobierno del sr Rajoy aproveche la coyuntura para aumentar la imposición sobre hidrocarburos y obtener ingresos fiscales adicionales que le permitan cumplir con los objetivos de déficit público impuestos en el plan de rescate firmado el 23 de julio de 2012 con la “troika”.

Por último, pero no menos importante, debe tenerse en cuenta que un impacto sobre el PIB como el que estima el Banco de España requiere una reducción “sostenida” de la cotización del petróleo. Esto es: necesitamos varios trimestres consecutivos para que el petróleo barato se traduzca en crecimiento y creación de empleo. De hecho, según las investigaciones del Banco de España, las variaciones del precio del petróleo tardan un año en traducirse en incrementos del PIB.

En resumen: la tendencia bajista en el precio del petróleo es una buena noticia, pero lo sería aun mejor con una política gubernamental activa que sacase todo el provecho posible del nuevo escenario… seis millones de desempleados no pueden seguir esperando.

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